Como lo sabe cualquiera que se tenga que enfrentar a una entrevista comercial, ser citado a una entrevista de comercial donde exponer nuestros productos o servicios no es algo que se pueda lograr fácilmente. Convertirse en uno de los pocos «elegidos» en lugar de ser parte de la multitud generalmente gigantesca de «proveedores» es una gran victoria.
Desafortunadamente, demasiados vendedores/comerciales torpedean sus oportunidades en las entrevistas, desperdiciando todo ese tiempo y esfuerzo. No seas uno de esos comerciales. ¡Nunca asumas que por el hecho de tener una cita ya esta todo hecho!
Evita estos errores comunes para conseguir esa concesión.
Durante una entrevista comercial, expondrás una «muestra» de tu trabajo, empresa, producto… Todo lo que haces o digas, será juzgado porque no te conocen (a menos que seas una empresa ya referida o archiconocida en el mercado).
Convénceles de que serías una gran opción. No cometa estos errores:
Error # 1: Apareciendo desinteresado.
Esto vuelve locos a las empresas contratantes. La mayoría de los directores de compras tienen más solicitantes de los que necesitan o desean.
Si no ye muestras interesado en «entrar», difícilmente provocaras interés ante la/s persona/s a la que quieres vender tu producto o servicio.
Si tú no crees, no convencerás a nadie: Demuestra tu interés en la empresa y sus necesidades. Llega puntual, adecuadamente vestida/o. Apaga tu celular.
Error # 2: Estar desprevenido
La falta de preparación obvia es una oportunidad de trituración. Y, la falta de preparación por lo general se hace evidente rápidamente.
En su lugar: ¡Prepárate! La preparación le ayudará a demostrar tu interés en ellos y en sus necesidades. También se desempeñará mejor en la entrevista cuando esté preparado.
Error # 3: Ir enojado.
Las personas enojadas NO son personas que los directores comerciales quieran contratar. No es apetecible desde el punto de vista empresarial, trabajar con empresas cuyas personas transmiten un estado de enojamiento. Dicho de otra manera, puedes asustar a tus interlocutores y hacer que no quieran tener que ver nada contigo.
Un consejo: Si estás enojado por un mal día de trabajo, un atasco de tráfico previo a la entrevista, una pelea anterior con tus hijos o cónyuge, o cualquier otra cosa, descarga la ira antes de la entrevista, al menos temporalmente.